James P. D. Скачать все книги 16 Количество книг

Just recovered from a grave illness, Commander Adam Dalgliesh is called to the bedside of an elderly priest. When Dalgliesh arrives, Father Baddeley is dead. Is it merely his own brush with mortality that causes Dalgliesh to sense the shadow of death about to fall once more?

"Splendid, macabre," wrote the .

" is a masterpiece," the concurred.

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Tras una grave enfermedad, Adam Dalgliesh, necesita descansar. Le ha llegado el momento de visitar a un antiguo amigo de la familia, capellán en una casa de reposo, para recuperar allí las fuerzas. Sin embargo, Dalgliesh tendrá que relegar a un segundo plano los problemas de salud y concentrar su energía en desvelar qué es lo que se oculta tras una serie de muertes en apariencia accidentales.

Nadinspektor Dalgliesh wyjeżdża do ciotki Jane, na wsi w Suffolk. Jest zmęczony ostatnią sprawą, która kosztowała go wiele wysiłku. Ma nadzieję, że oderwie się od morderstw i pracy. Tymczasem do brzegu dobija łódka, a w niej Maurice Seton. Autor kryminałów nie żyje już od jakiegoś czasu, a obie dłonie ma ucięte w nadgarstkach…

Bardzo ciekawy kryminał, interesujący już od pierwszych stron. Zakończenie jest takie, jakiego oczekuje każdy miłośnik kryminałów: zaskakujące.

Pemberley, año 1803. Han pasado seis años desde que Elizabeth y Darcy se casaran, creando un mundo perfecto que parece invulnerable. Pero de pronto, en la víspera de un baile, todo se tuerce. Un carruaje sale a toda prisa de la residencia, llevándose a Lydia, la hermana de Elizabeth, con su marido, el desafortunado Wickham, que ha sido expulsado de los dominios de Darcy. Sin embargo, Lydia no tarda en regresar, conmocionada, gritando que su marido ha sido asesinado. Sin previo aviso, Pemberley se zambulle en un escalofriante misterio.

Adam Dalgliesh, wyższy oficer policji, postanawia się wybrać do prywatnego ośrodka dla nieuleczalnie chorych, dokąd zaprosił go zaprzyjaźniony stary pastor. Na miejscu okazuje się jednak, że pastor kilka dni wcześniej zmarł.

Adam zatrzymuje się w ośrodku na pewien czas, by uporządkować odziedziczony po przyjacielu księgozbiór, i poznaje pensjonariuszy oraz łączące ich stosunki, z pozoru tylko proste i bezkonfliktowe. Wydarzenia, które później następują, utwierdzają go w przekonaniu, że w ośrodku dzieje się coś złego…

W Nightingale House, szkole dla pielęgniarek, w tajemniczych okolicznościach giną dwie studentki.

Adam Dalgliesh ze Scotland Yardu musi znaleźć działającego z chirurgiczną precyzją zabójcę. Jego śledztwo prowadzi nas w mroczny świat kłamstwa, głęboko skrywanych tajemnic, tłumionej seksualności i szantażu.

Kunsztownie skonstruowana fabuła, po mistrzowsku scharakteryzowane postacie, dickensowska słabość do szczegółu i nieoczekiwane zakończenie – to atuty tej książki.

A rare meeting of literary genius: P. D. James, long among the most admired mystery writers of our time, draws the characters of Jane Austen’s beloved novel into a tale of murder and emotional mayhem.

It is 1803, six years since Elizabeth and Darcy embarked on their life together at Pemberley, Darcy’s magnificent estate. Their peaceful, orderly world seems almost unassailable. Elizabeth has found her footing as the chatelaine of the great house. They have two fine sons, Fitzwilliam and Charles. Elizabeth’s sister Jane and her husband, Bingley, live nearby; her father visits often; there is optimistic talk about the prospects of marriage for Darcy’s sister Georgiana. And preparations are under way for their much-anticipated annual autumn ball.

Then, on the eve of the ball, the patrician idyll is shattered. A coach careens up the drive carrying Lydia, Elizabeth’s disgraced sister, who with her husband, the very dubious Wickham, has been banned from Pemberley. She stumbles out of the carriage, hysterical, shrieking that Wickham has been murdered. With shocking suddenness, Pemberley is plunged into a frightening mystery.

Inspired by a lifelong passion for Austen, P. D. James masterfully re-creates the world of electrifying it with the excitement and suspense of a brilliantly crafted crime story, as only she can write it.

Adam Dalgliesh tendrá que desvelar en esta ocasión el misterio que rodea el asesinato de dos hombres a los que la muerte ha unido pero que en vida raramente habrían coincidido: un barón y un vagabundo alcohólico. Antes de alcanzar su objetivo, no obstante, deberá enfrentarse a un crimen que conmueve la opinión pública e introducirse en las mansiones de la enigmática clase alta londinense.

El cuerpo calcinado de una de las personas más estrechamente vinculadas a un pequeño museo privado es el origen de esta nueva investigación de Adam Dalgliesh. La entidad dedicada al período de entreguerras, acoge, además de obras de arte, biblioteca y archivo una inquietante Sala del Crimen donde estudiar los sucesos más sonados de la época, uno de los cuales presenta extrañas semejanzas con el caso en que se ocupa Dalgliesh.

Cuando la prestigiosa periodista de investigación Rhoda Gradwyn ingresa en Cheverell-Powell, en Dorset, para quitar una antiestética y antigua cicatriz que le atraviesa el rostro, confía en ser operada por un cirujano célebre y pasar una tranquila semana de convalecencia en una de las mansiones más bonitas de Dorset. Nada le hace presagiar que no saldrá con vida de Cheverell Manor. El inspector Adam Dalgliesh y su equipo se encargarán del caso. Pronto toparán con un segundo asesinato, y tendrán que afrontar problemas mucho más complejos que la cuestión de la inocencia o la culpabilidad.

Über dieses Buch 

Im Jahr 1803, sechs Jahre nach der Hochzeit von Mr. Darcy und seiner Elizabeth, geht das Leben auf dem Herrensitz Pemberley seinen idyllischen Gang. Doch am Abend vor dem großen Herbstball wird die Vorfreude empfindlich gestört: Aus dem waldigen Teil des Pemberley-Parks bricht in rasender Fahrt eine Kutsche, darin eine völlig aufgelöste Lydia Wickham – Elizabeths missratene kleine Schwester –, die behauptet, ihr Mann sei ermordet worden! Nachdem die Damen in Sicherheit gebracht wurden, machen sich Mr. Darcy und sein Cousin in den Wald auf, um den Toten zu suchen. Was sie finden, ist ein lebender, blutverschmierter, verwirrter Wickham – und neben ihm eine Leiche …

Über P. D. James

Phyllis Dorothy James, seit 1991 Baroness James of Holland Park, wurde 1920 in Oxford geboren, widmete sich jedoch erst ab 1962, nach langen Jahren in der Krankenhausverwaltung und in der Kriminalabteilung des britischen Innenministeriums, ganz der Schriftstellerei. Weltweit als »Queen of Crime« gerühmt und mit einer Auflage von mehreren Millionen gesegnet, wurde sie mit Auszeichnungen überhäuft; ihr Commander Adam Dalgliesh ist in die Literaturgeschichte eingegangen. 

Wer also könnte berufener sein als P. D. James, die Helden der großen Jane Austen in kriminelle Machenschaften zu verwickeln?

Die englische Originalausgabe erschien 2011

unter dem Titel »Death Comes to Pemberley« bei Faber and Faber, London.

En La hora de la verdad, el diario que P. D. James comenzara a escribir en su 77 cumpleaños, leíamos cómo la publicación de su primera novela, Cubridle la cara, allá por 1962, había supuesto uno de los momentos más intensos de su vida.

Desde entonces han transcurrido cuarenta años, traducidos en quince novelas, con títulos inolvidables como Muerte de un forense, La calavera bajo la piel o No apto para mujeres. A lo largo de este tiempo P. D. James se “ha ganado” dos títulos, el de baronesa, que le concediera la reina de Inglaterra y el de la gran dama del crimen, otorgado por los lectores. Nombres como los de Minnete Walters o Ruth Rendell han irrumpido con fuerza en el género policíaco, pero ninguna de ellas ha logrado su popularidad y calidad.

En Muerte en el seminario encontramos a una P. D. James ya octogenaria que no ha perdido un ápice de su capacidad narradora, de la exquisitez de su estilo, la imaginación o la solidez de sus personajes. El lector vuelve a encontrarse con un viejo conocido, el detective de Scotland Yard Adam Dalgliesh, que logrará resolver uno de los casos más complicados de su ya dilatada carrera.

Uno de los internos del seminario anglicano de Saint Anselm, Ronald Treeves, ha aparecido muerto bajo un montón de arena. Accidente o suicidio, el acontecimiento se habría olvidado si Sir Alred Treeves, el padrastro de Ronald, no hubiera sido un influyente industrial que desea llegar al final del asunto. Adam Dalgliesh acepta el caso en la ilusión de comenzar unas vacaciones. Pero todo se complica con el asesinato del archidiácono Matthew Crampton. ésta es la trama inicial a partir de la cual se desarrolla la compleja resolución de las muertes y los motivos.

Como la propia autora, el Dalgliesh que conocemos ahora resulta mucho más completo. Recordamos al Dalgliesh de, por ejemplo, Mortaja para un ruiseñor (1971), cerebral, imaginativo y resolutivo. Las características definitorias del actual serían la reflexión, la humanidad e incluso sus propias incertidumbres, pues en ninguna otra obra le ha interesado tanto a P. D. James el componente psicológico de sus personajes en general y de Dalgliesh en particular. Sin perder en ningún momento el hilo conductor de la acción, la resolución de las muertes, la autora nos introduce en el mundo interior de los personajes. Aunque tal vez esa especie de declaración final sobre las bondades del hombre virtuoso, en el breve libro cuarto, Un final y un principio, resulte un tanto sentimental.

En cuanto a la resolución del caso, resulta singularmente compleja porque bajo la aparente “normalidad”, casi todos los personajes tienen motivos más que sobrados para cometer tan deleznable acción. Además, las coincidencias a las que se ha hecho referencia, aunque puedan resultar sospechosas desde el punto de vista narrativo, potencian la dificultad inherente a este nuevo caso que resolverá Dalgleish acompañado de Kate Miskin, a quien no habíamos visto en las últimas entregas. Además del personaje de Dalgleish esta última novela se parece a las anteriores en que resulta dificultoso abandonar su lectura.

Después de su aclamada novela Hijos de los hombres, una incursión en la utopía negativa, P. D. James regresa al género que más la caracteriza, el policial clásico, y a su detective y poeta, el inconformista Adam Dalgliesh.

Pecado original transcurre en el ámbito de una editorial de larga data, ubicada en un palacete estilo veneciano sobre el río Támesis. La editorial Peverell, fundada en 1792, atraviesa momentos decisivos. Henry Peverell, su presidente, acaba de morir; su socio francés, Jean Philippe Etienne, se ha jubilado, y el inescrupuloso hijo de éste, Gerard, ha asumido la presidencia y la gerencia general de la casa editora.

Gerard Etienne se ha ganado enemigos: una amante despechada, un autor rechazado y humillado, y los sufridos colegas de Peverell. Cuando lo encuentran muerto en las instalaciones de la editorial, con el cuerpo extrañamente profanado, no faltan sospechosos.

In her 12th book, the British author of the two series featuring Adam Dalgleish and Cordelia Gray ( and , respectively) poses a premise that chills and darkens its setting in the year 2021. Near the end of the 20th century, for reasons beyond the grasp of modern science, human sperm count went to zero. The last birth occurred in 1995, and in the space of a generation humanity has lost its future. In England, under the rule of an increasingly despotic Warden, the infirm are encouraged to commit group suicide, criminals are exiled and abandoned and immigrants are subjected to semi-legalized slavery. Divorced, middle-aged Oxford history professor Theo Faron, an emotionally constrained man of means and intelligence who is the Warden's cousin, plods through an ordered, bleak existence. But a chance involvement with a group of dissidents moves him onto unexpected paths, leading him, in the novel's compelling second half, toward risk, commitment and the joys and anguish of love. In this convincingly detailed world—where kittens are (illegally) christened, sex has lost its allure and the arts have been abandoned—James concretely explores an unthinkable prospect. Readers should persevere through the slow start, for the rewards of this story, including its reminder of the transforming power of hope, are many and lasting. 125,000 first printing; BOMC main selection.

Hired as a bodyguard to faded actress Clarissa Lisle, the recent recipient of numerous death threats, Cordelia Gray accompanies the actress to an island castle, whose owner collects funeral paraphernalia.

In a perfect marriage of author and subject, P. D. James-one of the most widely admired writers of detective fiction at work today-gives us a personal, lively, illuminating exploration of the human appetite for mystery and mayhem, and of those writers who have satisfied it.

P. D. James examines the genre from top to bottom, beginning with the mysteries at the hearts of such novels as Charles Dickens’s Bleak House and Wilkie Collins’s The Woman in White, and bringing us into the present with such writers as Colin Dexter and Henning Mankell. Along the way she writes about Arthur Conan Doyle, Dorothy L. Sayers, Agatha Christie (“arch-breaker of rules”), Josephine Tey, Dashiell Hammett, and Peter Lovesey, among many others. She traces their lives into and out of their fiction, clarifies their individual styles, and gives us indelible portraits of the characters they’ve created, from Sherlock Holmes to Sara Paretsky’s sexually liberated female investigator, V. I. Warshawski. She compares British and American Golden Age mystery writing. She discusses detective fiction as social history, the stylistic components of the genre, her own process of writing, how critics have reacted over the years, and what she sees as a renewal of detective fiction-and of the detective hero-in recent years.

There is perhaps no one who could write about this enduring genre of storytelling with equal authority and flair: it is essential reading for every lover of detective fiction.