Jelinek Elfriede Скачать все книги 2 Количество книг

PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2004

ESTA NOVELA, QUE PROVOCÓ UN NOTABLE ESCÁNDALO EN SU PAÍS EN EL MOMENTO DE SU PUBLICACIÓN, SUPONE UN PRODIGIOSO EJERCICIO NARRATIVO TANTO DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL ESTILO COMO DEL ESTRUCTURAL. EL LENGUAJE CRUDO Y PRECISO Y EL ELEVADO TONO ERÓTICO DE DESEO, ROMPE CON TODAS LAS CONVENCIONES DE LO QUE SE HA VENIDO LLAMANDO LA LITERATURA FEMENINA. EL DIRECTOR DE UNA FÁBRICA DE PAPEL, ATEMORIZADO POR LOS PELIGROS DEL SIDA, SE FIJA DE NUEVO EN SU ESPOSA PARA HACER USO DE ELLA COMO DE LAS PROSTITUTAS QUE HABÍA FRECUENTADO HASTA ENTONCES. EN LA CONFORTABLE RESIDENCIA DEL MATRIMONIO SE SUCEDEN UNAS ESCENAS DE EXTRAÑA OBSCENIDAD Y DE VIOLENCIA INUSITADA, BAJO LA MIRADA DE SU PROPIO HIJO, COMO UNA CRÓNICA DE LOS DIFERENTES MECANISMOS POSIBLES DE DOMINACIÓN EN EL SENO DE LA PAREJA. LA MUJER, DESESPERADA, ENCONTRARÁ OTRO AMANTE MÁS JOVEN QUE, A LA POSTRE, LE CONVERTIRÁ EN SU NUEVO VERDUGO.

A dozen years after the collapse of the Third Reich, four adolescents commit a gratuitously violent assault and robbery in a Viennese park. So begins Jelinek's (The Piano Teacher) brilliant new novel, an unrelenting and horrifying exploration of postwar Austria, where the sins of the fathers are visited upon a new generation too disaffected to understand the source of its inarticulate rage. Jelinek's prose is breathless and incisive as she paints psychological portraits of her characters in swift, sure brushstrokes. Among the group of young criminals in the park are Rainer Witkowski, a liar and a coward who fancies himself a poet, an intellectual and a leader of men, and his twin sister, Anna, who responds to rejection by losing her ability to speak. Their father, Otto, is a brutally sadistic, crippled ex-Nazi who takes pornographic pictures of his battered wife and whose sexual abilities are failing now that the aphrodisiac of Auschwitz is only a dim memory. He is unrepentant; history, he believes, has forgiven him. The son cites Sartre's proposition that history does not exist. But it does, and it repeats itself here in an explosion of sickeningly familiar violence.